viernes, 8 de agosto de 2008

A modo de prólogo

No es otro el propósito de esta publicación
que tu mirada y tu gusto.
Bien sabemos lo que ya nos enseñó hace tiempo
el poeta maldito:
Que eres un hipócrita, lector.
Sin embargo, también en mi locuaz hipocresía
Despliego mi escritura
esperando que mi palabra
despierte
lo bello,
lo inquieto,
el silencio,
la música,
los sueños.

Deja entrar la brisa
que juega con los pliegues de la cortina
transparente.

A todos mis amigos y amados
dedico estos versos
escritos en estos días
de mi errancia.

Alejandro Salustiano A.

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