martes, 25 de noviembre de 2014









Libro XY...Z (algunos poemas)


a R. C. A.
 
Desato tu ilustre nombre con mis dientes
de sal.
Tu mirada suplica.
Abro las ternuras de tu corteza y bebo el líquido
que desconocías.
Savia que quema entre los labios.
Sellamos el pacto pisando tierra virgen.
Mi huella sobre tus pasos respira con anhelo.
cabalgamos hasta el último grano del tiempo.

En la oscuridad mis labios recuperan tu sabor.
 
 
 
 

13
Estrujo la noche adherida a tu piel,
corre la pepita transparente.
Sabor marino.
Mis labios tienen el color innombrable
de tierras que parecen vírgenes.
Aquí también yo
en el ardor abierto y bajo tu mirada.
Trago impaciente el oleaje
que devuelve el peso de este cuerpo que
No se agota,
que busca tu principio.
 
 
21
Cápsula de color,
me guarda en la quietud.
Ya no se hunde mi pie en la
movediza irrealidad que me tragaba.
No fluyen las palabras como
silbido del árbol. La garganta seca
ya no guarda eco alguno.
Las manos han recorrido la corteza
tratando de leer el palimpsesto
que has querido borrar.
Me miras y veo, tan lejos, tu propio vuelo.
Me engancho en el balcón mientras la
mañana pasa
vestida de transparencias


A Mónica Dorfman
Gira en el aire
la vida y sus mil rostros.
El oro nos viste al alba.
Al mediodía, mendigamos
la caricia;
a la siesta nos recostamos
cercanos al arroyo
descifrando los enigmas.
El crepúsculo se lleva los sueños
y el espejo de la luna
te devuelven el brillo
cuando los labios sobre los labios
escriben otro capítulo. 
 
 

Noche y colombiano
(a María Pueyrredón)
 
Mirada deslumbrada,
cabellera de céfiro.
Atrapa la perla cósmica y se entrega.
Encuentro. Certezas.
 
En tu cuello él escribe
el secreto que hace a esta tierra
más habitable.
 
Ella guarda aún hoy un gesto
que la ilumina cuando lo nombra.